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Mapas antiguos – cartografia vintage

Vintage 2.0

En este artículo haremos un paréntesis en el mundo de la cartografía, la geografía y la historia para reflexionar acerca de la segunda palabra que titula nuestra querida web: “Vintage”, y de la cultura actual que la rodea.

En este espacio siempre hemos defendido lo hermoso que resulta un mapa vintage, antiguo o retro, principalmente por su valor artístico, y desde el punto de vista histórico por la información que nos transmite de otras épocas, de cómo se hacía algo que trataba de conjugar el arte con la ciencia, la historia, la política, la cultura e incluso la religión. ¡Esos son los mapas vintage!

Pero no sólo de los mapas vivirá el hombre retrófilo, o amante de lo antiguo. Hay una enorme y creciente fiebre por cada vez más variopintos productos de aspecto retro o de origen vintage o realmente heredado de la época de nuestros abuelos o bisabuelos. Si quieres, puedes echar un vistazo a un buen surtido de ellos en la web:

https://www.shopvintage.es/.

¡Hay de todo! Desde menaje hasta moda y complementos, pasando por aquellos maravillosos radiocassetes, diversos productos de decoración, electrodomésticos (¡Sí, de esos que creíamos indestructibles!), y los inolvidables tocadiscos.

Quizá este último producto, los tocadiscos, así como la música en vinilo, es el paradigma del regreso de una época a la que seguro muchos queremos revivir (en cierta manera), pero aún con todos los avances que disfrutamos hoy.

Cinta de casete, un símbolo de lo retro. Fuente: Unsplash

¿Por qué está lo vintage tan de moda? 

El ejemplo de los coches clásicos

Es habitual encontrar muchos de los míticos vehículos de los años 60 y 70 vendiéndose en espacios especializados a precios muy elevados, costando incluso más del doble de lo que costaba nuevo cuando recién se fabricó y tuvo su primer dueño. Estos coches son llamados “Clásicos”, muchos ni siquiera tienen la matrícula con la H, que en España hacen referencia a turismos clasificados como “vehículo histórico”, porque sus dueños (los anteriores o los nuevos que los adquieren a gran precio) los quieren con su matrícula original, los pulen, los limpian, los restauran, pero mantienen su motorización, chásis, suspensión y demás elementos esenciales, para hacer ver que las décadas no han pasado para estos y que eran máquinas que perfectamente pueden seguir devorando kilómetros, demostrando que la fiabilidad de estos era superior a la de los tecnológicos coches de ahora.

El Seat 600, el icónico coche vintage español. Fuente: Unsplash

Hemos tenido la oportunidad de hablar con amantes de estos vehículos y muchos coinciden que los diseños de antes les atraían más, que eran “más coche” y, por otro lado, que la tecnología y la digitalización de los coches de ahora les abruma, les deshumaniza y les hace perder el tacto entre su conducción y el asfalto. 

Humanización y carácter

Así que tenemos ahí dos claves importantes para entender la moda vintage en general, pensando en los coches en particular: La humanización de los procesos, en los que se requería mayor implicación por parte de las personas a la hora de usarlo y por otro lado la estética que le otorga al producto un carácter marcado, la cual es siempre subjetiva, y cambia enormemente de persona a persona, y siempre con el filtro cultural de cada uno.

Está claro que alguien que ha vivido una infancia maravillosa disfrutando de vehículos con una estética marcada, es probable que se quede con esa estética cuando éste se hace adulto. Lo mismo sucede con los electrodomésticos y los productos de tecnologías pasadas como los casetes, los tocadiscos, los vídeos VHS (o Betamax, que alguno queda), o aquellas neveras pequeñas, de formas redondeadas, que alguna marca de hoy las ha recuperado y tienen su diseño, tanto en este cómo en otro tipo de productos su seña de identidad.

El tocadiscos, viviendo una segunda juventud. Fuente: Unsplash

No digamos el mundo de la moda, que es tan cambiante, que no podemos ni siquiera analizar porque es un área realmente compleja, aunque sólo basta como son y qué muestran las eternas camisetas (una prenda que, pensamos, nunca morirá) y que en muchos casos enseñan con orgullo personajes de moda en nuestra infancia, dibujos animados de antaño, referencias cinematográficas de los 70 u 80, muestras de elementos de la cultura pop de, por ejemplo, la movida madrileña (muy añorada por estas latitudes), con toda la subcultura que generó en una parte de la población, que actualmente es muy amplia, y un largo etc. Recuerdos de la infancia, o de la juventud, de tiempos que quizá no fueron tan fáciles para todos, pero que fueron muy felices y especiales para muchos.

Una clásica Zenit rusa sobre un mapa vintage ¿Habéis visto algo tan hermoso? Fuente: Pixabay

La idealización del pasado

La nostalgia vende porque nos lleva a momentos que tenemos muy idealizados en el pasado. Ya lo dijimos antes, para muchos representan su infancia, su adolescencia o su juventud, para otros la época en la que se forjaron sus referentes, que son sus padres, madres, tíos o mayores en general. Sabemos que ellos no lo tuvieron nada fácil para salir adelante y sacar adelante a la familia que estaban formando con pocos recursos, y los pocos bienes de consumo que podían adquirir procuraban que durara toda la vida, y más ¡Ese es otro ingrediente de la fascinación por lo retro! ¡Qué bonito cuando aquella cámara Yashica, Konica o Zenith del abuelo, que le costaba el salario de dos meses, pase al padre y luego lo termine heredando el hijo (nieto) y lo atesore como si tuviera una pieza de museo!

¿Será que las cámaras que compramos hoy en día tendrán la misma suerte en el futuro? Visto lo visto, lo dudamos. Aunque realmente vaya a durar, su mayor pega es que quedará obsoleta en pocos años porque preferiremos los avances tecnológicos de su siguiente generación y, en comparación a nuestros antepasados, la compraremos con las facilidades de precios más bajos, salarios algo más altos y pagos financiados que nos pondrían su sustituta en bandeja.

Actualmente todo pasa tan rápido y todo es tan efímero. Todo aquello que está de moda, en poco tiempo (y no sabemos cuánto) ya no se habla de ello. Surgen cada vez más cosas y más confusas. Recibimos tantísimo bombardeo de información, tan rápido, durante tan poco tiempo y en muchas ocasiones, tan difusa y tan poco importante, que realmente pocas cosas pasarán realmente a la historia y por eso, esos míticos objetos retro y vintage reflejan historia visible y palpable. Lo actual parece efímero y fútil.

El pasado ¿Tan bonito como lo recordamos?

Ahora bien, aunque defendemos desde Mapas Vintage la belleza de un tiempo pasado muy hermoso, reflejado en el arte y la belleza de sus productos, somos plenamente conscientes de que todo tiempo pasado, en líneas generales y, salvo excepciones, fue en realidad peor que el presente. Es lo que tiene el progreso.

Nos gusta lo vintage porque hemos idealizado el pasado pero, pensándolo bien ¿A quién le gustaría vivir en otra época en la que no teníamos todo lo que disfrutamos ahora?

Y no nos referimos solamente a bienes materiales, sino a avances sociales, científicos, más derechos y una sociedad más abierta, con mayores conocimientos (con todo el conocimiento del mundo al alcance de la mano).

Antiguamente también había buenos profesionales médicos ¿Pero a qué es más fácil tratar a un paciente con la tecnología actual? Fuente: Pexels

¿A quién le gustaría una sociedad en la que una pandemia como la que estamos tratando de superar en el momento que estamos escribiendo estas líneas (ya sabéis cual es) podría haber sido mucho más mortífera por la falta de avances en medicina y por la falta de información extendida a toda la población? ¿Qué empleos nos faltarían sin el gran avance de internet y las nuevas tecnologías? 

Vintage 2.0

Siempre es muy bonito acercarse a Madrid y pasear por algunas de las tiendas del centro (claro está, siempre que vivas en Madrid o cerca, o alguna ciudad grande) y poder curiosear en alguna de las pocas tiendas que venden productos vintage o antigüedades. También está la posibilidad de ir al Rastro o a algunos mercadillos ambulantes conocidos donde vendan estas valiosas piezas.

Ahora bien, gracias a internet, lo podemos adquirir también, e incluso más y mejores artículos. Lo mejor del presente al servicio de lo mejor del pasado. Creemos que es uno de los grandes avances que nos permite la tecnología actual, es que nos permite disfrutar del pasado, sin renunciar a la comodidad. Igual que para escuchar los grandes éxitos de The Beatles, Rolling Stones, Queen o AC/DC no es necesario comprar un vinilo, sino que podemos hacerlo desde nuestro servicio de streaming favorito, mientras conducimos nuestro coche de última generación. Es lo vintage, pero en versión 2.0.

Hay música de siempre que no dejaremos de disfrutar nunca. Fuente: Pexels

Desde mapasvintage.com defendemos el arte imperecedero de lo antiguo, pero lo hacemos desde la fascinante plataforma actual que es internet, porque gracias al pasado, pero también por el presente es que existimos y podemos hablar desde aquí.